A partir de junio de 2025, la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) en España se renovará con un enfoque más competencial y homogéneo. Uno de los cambios más destacados es la penalización de hasta un 10% de la nota por faltas de ortografía, gramática y presentación en todos los exámenes, buscando enfatizar la importancia de la corrección lingüística en la formación académica de los estudiantes.
Además, se implementará un único modelo de examen por materia, estructurado en diferentes apartados que incluirán preguntas de respuesta cerrada, semiconstruida y abierta. Las respuestas abiertas y semiconstruidas representarán al menos el 70% de la puntuación total del examen, promoviendo la capacidad de reflexión y aplicación práctica de los conocimientos adquiridos.
Estos cambios buscan unificar los criterios de evaluación en todas las comunidades autónomas, garantizando una mayor equidad en el acceso a la educación superior. Los estudiantes deberán prepararse para demostrar no solo conocimientos teóricos, sino también habilidades prácticas y competencias transversales en sus respuestas.
La adaptación a este nuevo modelo representa un desafío tanto para alumnos como para docentes, quienes deberán ajustar sus métodos de enseñanza y aprendizaje para alinearse con las nuevas exigencias de la EBAU 2025.